domingo, mayo 28, 2006

RAZONES PARA QUERERTE

Porque cuando estamos juntos, nos reímos de todo y de nada, sin importar que o quien esté alrededor.

Porque conocemos la medida exacta para hacernos sonrojar y temblar el uno al otro.

Porque tenemos la forma perfecta para leernos entre líneas y crear nuestros propios códigos.

Porque estamos jugando un juego que a los dos nos encanta y nos hace sentir cómplices.

Porque, en el fondo, ambos sentimos que si no nos hubiéramos encontrado, esto estaría incompleto.

Porque, aunque queramos poner distancia, siempre encontramos un motivo o pretexto para no hacerlo.

Porque, aún sin querer estar juntos, sabemos que hay momentos en los que nos extrañamos y quisiéramos llamarnos.


Porque, aunque no lo parezca, te gusta ser parte de mi vida y a mí me gusta ser parte de la tuya.
Porque, aunque reneguemos, tu piensas en mi y yo pienso en ti.

Pero sobre todo... Porque nunca, nadie me había mirado de la forma en la que tu lo haces, meine Liebe.

jueves, mayo 18, 2006

COMPLEJO PUMA

Ginger sufre de una enfermedad crónica llamada “Complejo Puma” ("culpable soy yoooo, culpable soy yoooo") , para la cual aún no ha encontrado la cura. Es una enfermedad silenciosa que se va desarrollando poco a poco y se manifiesta en situaciones como las de ayer, en las que, a manera de "secreto", despepita que es re maricona por no atreverse a hacer “x” cosa (invitar a una boda, por ejemplo) y/o confesar lo que siente. Uno de los síntomas que se presentan es que aparecen las dos Gingers que coexisten en mi. Una, es la Ginger noble, sensible, linda, que se enamora, que ve la vida color de rosa, que no puede separar lo emocional de lo racional, que se entrega totalmente y que confía en los demás. La otra, es una Ginger soberbia, altanera, irónica, sarcástica, vanidosa, hiriente, que calcula cualquier movimiento, que desconfía hasta de su propia sombra, una arpía que siempre está a la defensiva. Ambas se enfrentan y entablan una guerra de palabras: _ ¿Qué hiciste? - ¿De qué? _ No te hagas, te conozco... ¿se lo dijiste verdad? - Si, pero no creo que tenga algo de malo... _Pobrecita, siempre tan obvia y predecible, eres una pendeja. - Pero es que quiero que me conozcan a mi, para que no se queden con la mala impresión que tu les dejas. _ ¿Ya vas a comenzar otra vez? ¿Qué no te cansas? - No me regañes... _ Tu no entiendes... ¿Ya se te olvidó cómo quedaste después de la última madriza que te dieron? ¿Sabes el trabajo que me costó sacarte de eso? Eres una malagradecida. - ¿Por qué no me dejas salir? Los que me han conocido se han portado bien conmigo y les he gustado. _ Si, tonta, algunos, pero ¿qué tal los que te han lastimado? - Bueno, pero se arriesga más no arriesgando... _Me fastidia tu ingenuidad. Tu problema es que no mides las consecuencias de lo que haces, te falta colmillo y usar la cabeza. - ¿Dime, en dónde lo guardaste? _ ¿En dónde guardé qué? - El corazón. No parece que te lo hayan roto nunca, pero tampoco das la impresión de saber usarlo. _ Déjate de cursilerías, ya sabes que no las soporto. - Eres dura y fría; pareces inalcanzable, tanto que no provocas en absoluto nada por lo que merezca la pena el esfuerzo. _ Carajo, entiende, es por nuestro bien. Tú eres demasiado sentimental y te gana el corazón, por eso te dejan llorando. En cambio yo, puedo mirarlos a los ojos sin pudor, les puedo dar la espalda sin remordimiento y sin sentir absolutamente nada. - ¿De verdad crees que estamos solas porque queremos? ¿No será que estamos solas porque tu eres la única que aparece en escena y nadie quiere estar contigo? Y con esta discusión se desata una guerra de sentimientos, me gana el raciocinio y dejo de suspirar. Entonces, finjo que no las escucho, me acerco a mi cajón y saco una jeringa. Tomo una liga y la amarro fuerte alrededor de mi brazo, mientras abro y cierro la mano. Me inyecto una dosis de antipasionales y ambas voces se callan. Es que es tan desgastante cuando las dos se enfrentan, que no queda espacio en mi para nada más.

martes, febrero 28, 2006

DE GATOS PARDOS Y ZAPATOS


La noche confunde, las sombras encubren y esconden verdades, mientras la penumbra le da asilo a los refugiados de cualquier lugar. Almas errantes que, pagando su condena, buscan abandonar el limbo de las camas vacías.

Yo soy una de esas almas y como muchos parecen haber descubierto, arrastro cadenas, que si bien es cierto que no pesan tanto como el dolor, la pérdida y el abandono... si son mi propio lastre.

De noche, todos los gatos son pardos. Y rodeada de gatos pardos, soy la reina del basurero; camino entre pupilas que se clavan y callan, me agasajan, maúllan a mi paso e intercedo en las peleas tomando, por uno u otro partido, pero sigo sintiendo que estoy sola. Rechazo a hombres buenos, ignoro a hombres seguros, no veo hombres atractivos, los valientes se acobardan, los inteligentes balbucean, hay otros que crecen su ego cuando en ocasiones, escribo sobre ellos; los que fueron arrogantes vuelven suplicando y los tontos.... los tontos son siempre tontos.

Y tras las quejas, la cura de humildad que merezco: Reconocer que soy yo la culpable, que mi prisma, el cristal por el que miro la vida, esta empañado.

No he sido una mujer maltratada; me han querido y hay quien aún me quiere, pero nunca llegó a ser bastante, siempre quise más, como hoy lo quiero. Me esforcé (como hoy me esfuerzo) por ser la persona perfecta que alguien, cualquiera, desee tener a su lado. Y no soy yo, sino un reflejo en el agua.

Sí, debería sentarme y pensar quien soy para que, una vez descubierta, pueda saber que le gusta a esa mujer a quien aun no conozco. Pero no puedo, la impaciencia me gana la partida y ésa sí soy yo.

Acostumbrada a leer todo lo que cae en mis manos, siento la enorme necesidad de leer las ultimas paginas de la Biblia de mi vida. Quisiera conocer el final, para así seguir leyendo, viviendo, siendo yo el narrador omnipresente, que todo controla.

Y como si de una tarde de compras se tratara, voy tarjeta en mano, buscando ese par de zapatos... Sé que los necesito, sé que serán míos, que mis pies estarán en ellos seguros, bellos y protegidos, pisando fuerte hasta donde quieran llevarme. Los busco sin perder la esperanza, aunque tenga que recorrer todas las tiendas, probarme todos los zuecos, sandalias, botas y mocasines hasta dar con los que quiero. Si voy por unos Manolo Blahnik, no me conformaré con unas chanclas Windy’s.

Cuando este ante él, lo sabré.


Actualización (28/02/06 - 8:10 pm)
Estimado lector:
A ver, a ver... Creo que el cierre de este post dejó mucha confusión y ya me ven como la interesada de "Rubí". No, no no!!! A lo que me refería es a que sé lo que quiero y por lo mismo, esperaré a la persona indicada, a la que realmente me haga sentir plena y feliz. Creo que debí de haber escrito algo como: "Si sé que lo que necesito son unos zapatos negros, no me llevaré unos zapatos cafés".